Gilberto Serulle y los Regidores

miércoles, 8 de septiembre de 2010 6:49 By JJ ENTERPRISE , In , , , , , , ,


Un Gobierno Descentralizado y Participativo

Para el rescate de Santiago, para volver al respeto de las normativas y reglas que rigen a la Alcaldía del primer Santiago de América, es preciso la unidad de los diferentes actores políticos que están representados en la Sala Capitular.

Eso es lo primero, porque la decisión de unidad, la voluntad de apoyo a las realizaciones positivas para Santiago están siendo estimuladas por los empresarios, las universidades, las juntas de vecinos, las iglesias, las amas de casas, los estudiantes, etc.

Deben comprender los regidores que la sociedad de Santiago no es la misma de décadas atrás, que las condiciones materiales y políticas no es la misma de aquellas donde se le doblegaba el pulso al Sindico para que se impusiera la ración del boa, del dame lo mío.

Que hay una sociedad atenta, vigilante…que se ha empoderado, logrando que cada día sea más amplia y participativa, recuerden, esta es la etapa, con Gilberto Serulle y el PRD, donde el poder municipal será cada vez mas distribuido entre los diferentes estamentos, donde la participación de la sociedad, es fundamental para la elaboración de políticas y realizaciones comunitarias.

Santiago ha elegido un Gobierno municipal que transfiera a la ciudadanía el sentido del respeto a la legalidad, a las normas, a la ética, a la moral, pero que sea ejemplo fehaciente de esos principios. Por ningún tipo de interés político, mercurial, ni partidario deben los regidores entorpecer los proyectos y realizaciones del alcalde, Gilberto Serulle y el Gobierno Municipal.

Claro, los regidores están obligado a Cumplir con su función, atribución y obligación a título individual, fiscalizar la gestión municipal y si no cumplen con ello, estarán incurriendo en el delito de abuso de autoridad en la modalidad de omisión, toda vez que se trata de una obligación, y en forma colegiada, como miembro del Consejo, también es su atribución fiscalizar la función de los funcionarios municipales.

El alcalde debe entender que fiscalizar no es obstruir, los regidores a su vez entiendan que fiscalizar no es obstaculizar.

Regidores y el síndico o Alcaldía forman parte de la estructura orgánica de la municipalidad, la cual es un solo ente y no diferentes poderes como sucede en la división de poderes del Estado, en el caso del Congreso y el Poder Ejecutivo.

Los santiagueros hemos elegido un alcalde, Gilberto Serulle, para que no aplique, ni necesite del soborno, de las contratas, del “barrilito” para mantener una supuesta gobernabilidad municipal.

Porque cuenta Gilberto Serulle con el respaldo, la integración e incorporación a los trabajos del Cabildo de las juntas de vecinos, a las asociaciones de la sociedad civil, las iglesias, los clubes, los empresarios, las universidades, las juntas de vecinos, los partidos, las organizaciones no gubernamentales, como una forma nueva y valedera de poner al pueblo organizado a participar de las realizaciones y discusiones del presupuesto del Cabildo.

La sociedad dominicana pide a grito un accionar diferente de los políticos y los partidos, qué mejor que el Gobierno municipal, que los regidores de Santiago para dar ese primer paso hacia el adecentamiento de la vida institucional, política del Cabildo santiagués, donde no prime lo personal, lo individual o político, sino el interés colectivo…Donde sea importante la gente y las clases más humildes, la educación como elemento fundamental para el crecimiento de todos; el sector salud; donde se trabaje en la ejecución de un plan que transforme las cañadas hediondas de los barrios, en lugares ecológicos, parques, calles y casas dignas.

Que se resuelva de manera definitiva el problema de la recogida de la basura, el problema vial de la ciudad de Santiago. Para lograrlo es imprescindible la unidad de todos los santiagueros, pero principalmente la unidad en esos objetivos de los regidores y el alcalde.

Ojalá se pueda firmar un documento público, con la participación de ese gran conciliador que es Monseñor Agripino Núñez Collado, con los bloques de regidores y el alcalde, donde estén los partidos políticos, los empresarios, las juntas de vecinos, etc.

Aprovechemos esta gran oportunidad que tiene Santiago, los grandes pensadores han dicho que no basta la verdad, que además hay que tener presente el sentido de la oportunidad…


Por: Fernando Peña

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