Alcalde Dr. Gilberto Serulle: Entre La Mediocracia y La Democracia

Es como si existiera una conspiración política al amparo y complicidad de algunos medios y comunicadores contra el Alcalde Gilberto Serulle.

Por el bien de Santiago, de cada uno de sus ciudadanos se precisa de enfrentar esta situación, de desnudar sus mentiras. Hay que ponerle el dedo acusador donde están mintiendo.

Alcalde, utilicemos la fuerza ideológica, la fuerza de la verdad, que es la que a usted le sobra y que por conveniencia ellos no utilizan.

Ellos no tienen manera de soslayar la extraordinaria obra social y de transformación de Santiago que el Gobierno Municipal ejecuta.

Distorsionan, inventan, calumnian, sin investigar, porque su interés es desacreditar a Serulle, al Alcalde, su Gobierno Municipal; porque no asumen con seriedad una investigación, no toman notas, no van a las fuentes, las fechas, no establecen cuadros comparativos, o sea, no hacen un riguroso trabajo de investigación, solo persiguen en un intento fallido, poner una cicatriz en la credibilidad de la gestión de Gilberto Serulle.

Pero el pueblo lo ha pillado en su intento… Y saben que representan el pasado.

Habrá en su momento que escribir un ensayo de cómo se ha empezado a informar sobre el Gobierno Municipal de Gilberto Serulle. Se podrá desvelar las razones económicas, políticas, de Poder, de tanta manipulación, tanta mentira, tanto engaño y miseria humana cuando algunos hablan e informan.

Ante su derrota, intentan sustituir la democracia por un modelo en el cual los mediadores son suplantados por los medios.

En estos países nuestros son los medios los que intentan, “los que marcan la agenda de la actualidad, los discursos predominantes, los enfoques oportunos, los líderes políticos adecuados, los líderes de opinión seleccionados y las movilizaciones populares convocadas y, posteriormente, informadas”.

Ahí, en esa visión, sobra el ciudadano, el político y el intelectual.

Hay de aquel que intente implantar o ejecutar una visión diferente, que incluya a los ciudadanos, a los empresarios, a los obreros, los comunitarios, los intelectuales, etc.

Su visión, como dice el periodista y académico Pablo Antillano, es la “mediocracia”.

Veamos, según Antillano “los profundos cambios hacia la mediocracia que se van produciendo en la sociedad”.


"- En la democracia, la justicia la imparten los jueces y los tribunales; en la mediocracia, son los medios los que absuelven y condenan.

- En la democracia, la verdad surge de los hechos y el análisis; en la mediocracia, la verdad la tiene el que muestre más vídeos.

- En la justicia de la democracia, el acusado tiene derecho a un defensor y es inocente hasta que se pruebe lo contrario; en la mediocracia, la imagen es acusadora, prueba y verdugo, y la condena es irreparable e inapelable.

- En la democracia, los líderes son construidos a punta de obras y valores, en la mediocracia son construidos por asesores de imagen.

- En la democracia, los líderes van a las comunidades; en la mediocracia, van a los programas de opinión.

- En la democracia, los medios dicen lo que los ciudadanos piensan; en la mediocracia, los ciudadanos dicen lo que los medios piensan.

- Para la democracia, los individuos son ciudadanos; para la mediocracia, son audiencias.

- En la democracia se valoran los contenidos, en la mediocracia, los titulares.

- En la democracia la información es una cosa, la opinión es otra y la propaganda es otra; en la mediocracia no hay fronteras.

- Para la democracia una masacre es un hecho luctuoso; para la mediocracia, es un espectáculo interactivo, una telenovela por entregas.

- En la democracia, los periodistas van tras los personajes; en la mediocracia, los personajes persiguen a los periodistas. (Pablo Antillano: "La mediocracia")

El autor de estas reflexiones dejó de tener cobertura por los medios de comunicación a principios del 2003, varios meses después de escribir esto.

Han sido pillados, se le ha desarmado pieza por pieza la maquinaria de propaganda contra el Alcalde Gilberto Serulle, y lo más grande, se desvela las implicaciones económicas y políticas.

Por: Fernando Peña

El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com