Ayuntamiento de Santiago designa calle 11 con el nombre del señor Ramón Antonio Hernández León como homenaje póstumo.

SANTIAGO.-El Ayuntamiento local designó con el nombre de Ramón Antonio Hernández (Antolin) la calle 11 de la comunidad de Gurabo como homenaje póstumo y por sus valiosos aportes a la comunidad. 

 Durante un acto celebrado en la misma calle de Gurabo, las autoridades edilicias develizaron el rótulo con el cual se identifica la nueva calle y fueron resaltadas las cualidades morales y el servicio comunitario de Antolin por Gurabo y Santiago. 

 El doctor Domingo Antonio Hernández, ahijado de don Ramón Hernández, relató que desde muy joven, su padrino demostró con su trabajo y entrega, que se puede vivir sirviéndole a los demás y por las mejores causas comunitarias. 

 Asimismo, el licenciado Ramón Pichardo, secretario general del Ayuntamiento y hablando en nombre del Alcalde, doctor Gilberto Serulle, precisó que don Antolin es una persona que debe ser imitada por las actuales y futuras generaciones. 

 El concejal Mérido Antonio Guzmán, al hablar en el acto, refirió que en principio solicitó un reconocimiento en vida para don Ramón Antonio Hernández León, pero que al éste fallecer, entonces cambió la moción en el Concejo de Regidores para que la calle 11 de Gurabo llevara su nombre. 

Durante la actividad, el licenciado Rafael Cruz, presidente de la Sala Capitular, leyó la resolución número 3053, mediante la cual los regidores aprobaron la solicitud de designación de la vía pública con ese nombre. 

 La bendición de la obra estuvo a cargo del presidente de asamblea de la comunidad de Gurabo, señor José Leonardo Cabrera, mientras que las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del señor Adriano Sánchez Espinal, presidente de la junta de vecinos Felicia Hernández, de Gurabo. 

En el acto también habló la señora Mercedes Hernández de Morales, hija del fenecido, quien expresó su eterno agradecimiento por la distinción de su padre, quien falleciera a la edad de 101 años. Ramón Antonio Hernández León, además de dedicarse a cultivar la tierra en Gurabo, fue alcalde pedáneo y policía rural.